Lo sabe la gente de a pie y empiezan a decirlo los profesionales de altos vuelos que conocen el panorama internacional: las autonomías son un desastre, en todos los terrenos:
La competitividad se vincula directamente con la forma en que los países son percibidos por sus socios y sus competidores. Consciente de ello, Chile ha puesto en marcha este ambicioso e inteligente proyecto, mientras que España parece empecinada en seguir haciendo esfuerzos dispersos en las diferentes Comunidades autónomas, en lugar de concentrar la inversión en una sola imagen de país y corriendo como aquella gallina sin cabeza, a la que después desplumaron pacientemente.❖
Fernando Nadal es
vicepresidente de Estudio
de Comunicación Chile
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