En su octavo plan (por llamarlo de algún modo) contra la crisis, Zapatero ha vuelto a frustrar cualquier expectativa de que sepan qué es lo que están haciendo. Las únicas medidas que conoce son tirar de caja y gastar el dinero, sin plantearse siquiera cómo va a reponerlo.
Cuando lo que necesitamos es crear riqueza, el gobierno gasta la que tiene en obras públicas para «crear 300.000 empleos». Es decir, un gasto semejante para crear los empleos que se destruyen ¡en dos meses!.
Parece más una medida semejante al PER andaluz (los socialistas gallegos han puesto en marcha otro igual) que no crea riqueza, pero es un vivero de votos para los que mantienen Andalucía en el vagón de cola. Por si fuera poco, Moncloa otorgará 8.000 de los 11.000 millones previstos a los ayuntamientos. Nos tememos que esto sea otro regalo para los amiguetes, con la vista puesta en las elecciones que se avecinan.
En cualquier caso, de nuevo, la falta de una politica económica de reactivación que creee empleo y riqueza estables, medidas estructurales que nos preparen para salir de la crisis. Frente a ello, palabras huecas, gastos sin retorno y la nada. Vaciando las arcas del estado (como ya hicieron con el oro) y un Solbes que, no en vano, es considerado uno de los peores ministros de economía de la UE.
Zapatero defrauda, incluso a los suyos. No es extraño que ya le estén buscando sustituto.