Si algo repugna de ungobernante es la mentira. Y algunos opinan, como los editores sensacionalistas, que la realidad no puede fastidiarles una buena historia.
El gobierno vuelve a mentir, en esa forma de mentira que es ocultar o tergiversar la realidad. La soldado Idoia RodrÃguez ha muerto en un ataque terrorista, sÃ, pero en una zona de combate y en guerra. Y lo ha hecho como soldado. Y asà debe ser tratada. Lo contrario es humillante.
Afganistán está en guerra. Y nuestras tropas son el enemigo de los talibanes. Y disparan y les disparan. Y ya es hora de decir que puede ser incluso necesario combatir. Hasta fuera de nuestras fronteras, si el enemigo tiene fuera sus bases. Y enemigo es el que mata a nuestros hijos, a nuestras madres, a nuestros hermanos y hermanas…
Todo ello está claro, pero el gobierno -agobiado en sus propias contradicciones- se hace un lio. Y miente. Como cuando un barco español participó, por primera vez, en un combate en Irak. Con Zapatero y no con Aznar. Es un mentiroso. Y un cobarde que no quiere llamar a las cosa por su nombre. Que dice blanco y luego negro, dependiendo de con quién hable. Mucha ridÃcula Alianza de Civilizaciones y el blabla de «comprender al islam» y , a la vez, tropas para combatir talibanes.