El vuelco electoral que se ha dado en Galicia y País Vasco puede leerse de muchas maneras, pero hay una especialmente interesante: los separatistas están perdiendo terreno.
Poco a poco, los españoles nos estamos dando cuenta de que esos partidos separatistas son el despilfarro, la ineficacia y el nepotismo. Vicios estos de los que no poseen la exclusiva, desgraciadamente. Pero se va imponiendo la sensata frase: La unión hace la fuerza.
Le ha tocado al PSOE la posibilidad de liderar el cambio en el norte, tras casi treinta años de fariseismo peneuvista, que ponía una vela a dios y otra al diablo. Es la hora de acabar con toda esa red de favores, de «colocados» que anteponian el amiguismo de los nacionalistas a la eficacia y los méritos de quienes no poseen el carnet de Sabino Arana.
Hay algunas tentaciones en el PSOE de intercambiar los cromos que le interesan a Zapatero y a su derrotado Pepiño Blanco. Hacen cábalas sobre negociar con el PNV un acuerdo de legislatura en Madrid, a cambio de permitirle seguir en los coches oficiales.
Eso sería una estafa. Vender la posibilidad del cambio para que casi todo continúe como estaba es mentir. Y la temporal tranquilidad de Zapatero le pasarría factura al PSOE, sin ninguna duda.
El Ebro 
Solo la descarada manipulación de la configuración de voto que ha hecho el PNV , a nivel territorial, permita que 80.000 votos de diferencia se traduzcan en nada menos que 6 escaños más.
Esa es la distancia ntre PSOE y PNV. Por eso, por ese clima de mentiras y democracia entre comillas es por lo que el PNV debe ser desalojado de Ajuria Enea.
También hay que tener en cuenta que el PNV ha perdido 130.000 votos con respecto a las anteriores. No puede hablarse de éxito sino de fracaso del pNV.
Comentarios por Rojo — 2 marzo , 2009 @ 6:16 pm |